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LA PROCESIONARIA EN PERROS

La procesonaria en perros

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La oruga procesionaria del pino es en realidad la fase larvaria del Thaumetopoeapityocampa, un insecto lepidóptero, (de la misma familia que las mariposas y las polillas) que, como indica su nombre, se encuentran en pinares y bosques con cedros y abetos.

CICLO BIOLÓGICO

Las mariposas nacen entre finales de junio y julio y ponen sus huevos en las hojas de los pinos. A las 3 o 5 semanas eclosionan y salen orugas, que se alimentan vorazmente de las hojas del pino. Con la llegada del frío, construyen unas bolsas de seda en las puntas de las ramas donde se refugian durante las horas diurnas. Estas bolsas se sitúan en zonas soleadas de la copa para poder aprovechar el calor proveniente del sol. Las orugas van consumiendo las hojas del pino durante las noches y pasando por distintas fases, hasta alcanzar un tamaño suficiente para poder formar un capullo del que emergerá una nueva mariposa. Pero estos capullos los forman enterrándose en el suelo, por lo que han de descender del pino. Y lo suelen hacer coincidiendo con el aumento de la temperatura, a principios de primavera. En este momento, las orugas están recubiertas de pelos urticantes para protegerse de los depredadores, y bajan del pino formando largas filas que recuerdan a las procesiones (de ahí el orígen de su nombre). Encuentran un lugar adecuado, se entierran y forman un capullo para emerger a finales de verano.

El aumento de la temperatura global ha causado variaciones en este calendario, pudiendo encontrar las orugas en procesiones en los meses de febrero en zonas muy cálidas.

Mientras se encuentran en los pinos, refugiadas en sus bolsas de seda blanca, el único peligro para las personas y los animales, es que el viento sacuda las ramas de los pinos con las bolsas, se desprendan pelos urticantes de las orugas, y los hagan volar. En estos casos pueden llegar a causar irritaciones en la piel y ojos.

Muchas veces es difícil averiguar la causa de una conjuntivitis de este tipo en un perro, pero si le confirmas al veterinario que has estado con él en bosques de pinos o cedros, has visto las típicas bolsas en las ramas, y hacía viento, puedes darle muchas pistas.

PELOS IRRITANTES

Si nuestro perro anda suelto por una zona boscosa o urbana, repleta de pinos infestados por estas bolsas llenas de orugas, es cuando puede tener más problemas.

La naturaleza curiosa de los perros pude hacer que se acerquen a observar estas largas filas de orugas. Las orugas están recubiertas por multitud de pelos que se desprenden fácilmente y contienen sustancias muy irritantes. La estructura de estos pelos hace que una vez clavados en la piel cueste mucho desprenderlos.

SÍNTOMAS DE LA PROCESIONARIA

Los perros suelen acercarse para olfatearlas y los más atrevidos incluso lamerlas. Al entrar en contacto con las superficies más sensibles de su cuerpo, estas sustancias causan la liberación de histamina en los puntos en los que han penetrado los pelos. La histamina participa en la respuesta inflamatoria, por lo que si se libera en cantidades excesivas, puede llegar a tener graves consecuencias.

El primer síntoma es la aparición de molestia local en las zonas de contacto. Tu perro se lamerá insistentemente el hocico, y buscará maneras de frotarse la cara,frecuentemente con ayuda de las patas o troncos de árboles. El contacto de las orugas con la lengua o la mucosa oral le puede ocasionar una producción notable de saliva. Si no reaccionas con urgencia, empezará a inflamarse la zona de contacto, causando la deformación del hocico.

Otros síntomas son: inflamación de los labios, enrojecimiento de la lengua y dificultades para tragar la saliva. En algunos casos, se produce una inflamación tan importante de la lengua que el perro ni siquiera puede cerrar la boca.

QUÉ PASA SI UN PERRO SE TRAGA UNA ORUGA

Si tu perro se ha tragado una oruga, lo más probable es que empiece a manifestar vómitos agudos de forma casi inmediata, pudiéndose observar los restos de oruga en el vómito. Si esto ocurre, debes acudir de inmediato a un centro veterinario para que le administren medicamentos que contrarresten esta gran irritación de progresión muy rápida. La mayoría de las veces, esto significa tener que administrarle corticoides intramusculares o intravenosos para controlar la inflamación, analgésicos para el dolor, e incluso sedantes o anestésicos para evitar que el perro se lesione al rascarse, o para poder intubarlo en caso de compromiso respiratorio. Es probable que tu perro deba recibir medicación en casa durante unas semanas.

En ocasiones, puede que las lesiones sean tan graves que requieran una intervención quirúrgica posterior para corregir las lesiones producidas. Muchos perros pueden llegar a perder un trozo de la lengua o el labio si no se actúa con rapidez.

Para prevenir el contacto de tu perro con la oruga procesionaria, debes evitar los paseos por pinares durante la primavera, y no llevar al perro suelto y sin supervisión, sobre todo si es un cachorro aventurero. Es especialmente importante tener extremo cuidado si observas los bolsones blancos de seda en las ramas de los pinos o cedros, no manipular las bolsas de las orugas, y evitar los días con mucho viento,en los que existe la posibilidad de que se desprendan pelos urticantes que puedan afectar a los ojos de tu perro.

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