El glifosato funciona bloqueando una enzima esencial para el crecimiento de las plantas. Se han detectado ampliamente niveles de trazas de glifosato en frutas, verduras, agua potable, aguas superficiales, aguas residuales, sedimentos, cerveza, té, cereales, leche humana y polvo de varios países. Hay regulaciones gubernamentales estrictas para asegurar que los cultivos usados en cualquier producto alimenticio sean seguros. En los cultivos de cereales, como la cebada, el maíz y el trigo, hay límites para regular el uso de todos los herbicidas, incluido el glifosato.
En Purina, la calidad y la seguridad de nuestros productos para mascotas son nuestras prioridades principales. Así pues, como parte de nuestros programas de seguridad alimentaria y vigilancia de ingredientes, llevamos a cabo extensas pruebas de los ingredientes que empleamos, incluyendo pruebas de inspección de glifosato. Diariamente llevamos a cabo más de 1400 controles a lo largo de todo el proceso. Nuestros procedimientos de control de calidad son muy estrictos y cumplen o superan, incluso, las normas reglamentarias y del sector.