El Sheltie es un perro de tamaño pequeño/mediano, elegante y delicado que tiene un pelaje largo espectacular con una gorguera tupida alrededor del cuello y en el pecho, así como abundantes flecos de pelo largo en las patas y la cola. El pelaje puede presentar varios colores y combinaciones (consulta el estándar de su raza para más detalles). Los machos adultos miden unos 37 cm y las hembras, 35,5 cm. El peso de un Sheltie adulto varía entre los 6 y los 12 kilos.
El sheltie puede parecer muy sofisticado y elegante, pero también es una raza fuerte y muy trabajadora que rebosa energía. Completamente entregado a su dueño, puede resultar un poco antipático con los desconocidos. Siempre está alerta y sentirá la necesidad de avisarte si algo le llama la atención, algo que podría ser un problema si tienes vecinos cerca o si te ves incapaz de controlar sus ladridos.
Toma su nombre de las Islas Shetland, situadas en la costa noreste de Escocia, donde se desarrolló como raza y donde trabajaba como perro pastor en unas condiciones a menudo muy exigentes. En un principio, se pensaba que era el resultado de cruzar varios tipos de perro, incluyendo uno de tipo spitz y un pastor escocés, al que un habitante de la zona llamado James Loggie añadió un collie de pelo largo pequeño para crear lo que hoy conocemos como pastor de Shetland. El señor Loggie acabó convirtiéndose en el primer secretario del Club de la Raza Shetland en 1908.
Al igual que muchas otras razas, el pastor de Shetland puede sufrir problemas oculares hereditarios y displasia de cadera (una enfermedad que puede provocar problemas de movilidad). Por tanto, es importante un examen de la cadera y de los ojos antes de dedicar al perro a la crianza.
Necesitará un mínimo de una hora diaria de ejercicio, aunque el sheltie tiene tanta energía que aguantará mucho más. Además de caminar junto a su amo, a este perro le encanta el adiestramiento y destaca en los deportes caninos, incluyendo las pruebas de agility, obediencia y flyball.
Los perros pequeños tienen un metabolismo rápido, lo que significa que queman energía a un ritmo muy alto. Con un estómago tan pequeño, esto implica que deben comer poco pero a menudo. Los alimentos para razas pequeñas están específicamente ideados con proporciones adecuadas de nutrientes clave y unos granos de pienso de menor tamaño que se adapten a bocas más pequeñas. Esto, además, estimula la masticación y mejora la digestión.
Su pelaje necesita bastante mantenimiento; tiene un manto exterior largo y liso y un manto inferior corto, mullido y tupido. Si lo cepillas a diario evitarás que el aseo se vuelva demasiado engorroso (procura quitarle los nudos y enredos antes de que se conviertan en un problema).
Aunque tradicionalmente la mayoría de perros son buenos con los niños, todos los perros y niños necesitan que se les enseñe a llevarse bien y a respetarse mutuamente para estar seguros. Aun así, los perros y los niños pequeños nunca deberían quedarse solos y los adultos deben supervisar todas las interacciones entre ellos.
