Pomerania

País de origen: Alemania

Aunque parezca mentira, casi seguro que el pomerania desciende de los perros que tiran de los trineos en el Ártico y está emparentado también con el keeshond, el cazador de alces noruego y el samoyedo. Este perrito se crio a propósito con reducciones graduales del tamaño, si bien, cuando llegó al Reino Unido con la reina Carlota, originaria de Alemania, era muy diferente del pomerania que conocemos hoy en día, ya que era de color blanco y mucho más grande (entre 9 y 14 kg).

Pronto se hizo muy popular, especialmente entre la realeza, de manera que, cuando la reina Victoria visitó Florencia y se encontró allí con variedades mucho más pequeñas de la raza, se las llevó consigo. La reina continuó criándolos y los expuso en la Crufts de 1891, donde (¡oh, sorpresa! ) se llevó el premio al mejor de su raza. En los años posteriores al fallecimiento de la reina en 1901 prosiguió la cría selectiva de tamaños más pequeños, hasta llegar al diminuto perrito que conocemos hoy, y los tamaños más grandes desaparecieron del Reino Unido.

Si necesitas una personalidad brillante y vivaracha en tu vida, puedes dar cortos paseos y hacerle muchos arrumacos, y acicalarlo todos los días, puedes ser el dueño ideal para el pomerania. Esta raza necesita tanto un adiestramiento básico en modales como entrenamiento divertido y con trucos y juegos de resolver puzles, ya que, de otro modo, puede aburrirse, y un pomerania aburrido no para de ladrar. Aunque es importante no descuidar el acicalamiento del pomerania, porque su pelo se enredará muchísimo y muy rápido, se trata de un compañero excelente y divertido que viene en un envoltorio pequeño y muy económico. Es más adecuado para familias con niños juiciosos o mayores o para hogares sin niños.

El pomerania requiere poco esfuerzo en cuanto al ejercicio y le bastará con paseos cortos diarios o con una carrerita en el jardín con sus dueños. No obstante, si se le mantiene en forma y activo puede apreciar paseos mucho más largos. Su objetivo principal es el contacto social con su dueño. Sin embargo, como descendiente de perros de trabajo, le gustan los juegos de enriquecimiento interactivos, de manera que su curiosa mente se mantenga ocupada, no se aburra y no haga demasiado ruido.

El pomerania puede vivir prácticamente en cualquier sitio, porque no necesita mucho espacio. Necesita poder salir al aire libre para dar sus paseos diarios y hacer sus necesidades (especialmente porque, con respecto a esto último, para que aprendan bien hay que poder sacarlos muy a menudo).

Así que, con independencia de tu modo de vida y situación de convivencia, un pomerania siempre se sentirá en casa, sin importarle de cuánto espacio dispone. Incluso si no tienes un gran jardín por el que pueda correr, mientras te comprometas a sacarlo a pasear unas cuantas veces al día, estará contento y agradecido.

Los perros pequeños tienen un metabolismo rápido, lo que significa que queman energía a un ritmo elevado, aunque como tienen un estómago pequeño deben comer poco, pero a menudo. Los alimentos para razas pequeñas están específicamente ideados con proporciones adecuadas de nutrientes clave y unos granos de pienso de menor tamaño que se adapten a bocas más pequeñas. Esto, además, estimula la masticación y mejora la digestión.

Si tiene una buena alimentación y hace ejercicio con regularidad, la esperanza de vida media del pomerania puede alcanzar los 16 años. Incluso se han dado casos de ejemplares que han vivido más de 20.

Para ser un perro tan pequeño, el pomerania tiene un gran pelaje, con un tupido manto inferior. El acicalamiento diario sería ideal, pero, en cualquier caso, no debe hacerse menos de dos veces por semana, para evitar que el pelo se enrede y mantenerlo saludable. Lo ideal es peinarlo con un peine de púas anchas, porque los peines finos o los cepillos muy duros pueden dañarle el pelo fácilmente. De vez en cuando hay que recortarle el pelo alrededor del pie.

Es fácil subestimar a este perro tan pequeñito, pero, sorprendentemente, es fácil de adiestrar y le encanta trabajar con su dueño. Se sabe que el pomerania compite con resultados satisfactorios en pruebas de agilidad con perros pequeños, y que aprende todo tipo de trucos. Como mínimo, debe aprender a andar con arnés y a acudir cuando lo llaman (no es que habitualmente se vaya muy lejos de su dueño). Al igual que sucede con muchas razas toy, el adiestramiento para que haga sus necesidades llevará más tiempo que con las razas más grandes.

Si bien el pomerania es cariñoso y se lleva bien con todo el mundo, también es un perro demasiado delicado para familias activas o familias jóvenes y bulliciosas. Sin embargo, encajará bien en una familia con niños mayores y juiciosos.

Aunque tradicionalmente se cree que muchos perros son buenos con los niños, todos los perros y niños necesitan que se les enseñe a llevarse bien y a respetarse mutuamente para estar seguros. Aun así, los perros y los niños pequeños nunca deben quedarse solos y los adultos deben supervisar todas las interacciones entre ellos.