La importancia de las revisiones veterinarias periódicas para tu perro
Cuando tu amigo peludo se enferma o se lesiona, es natural llevarlo al veterinario. Sin embargo, estas visitas generalmente vienen motivadas por un tema en particular. Realizar chequeos periódicos ayuda a detectar posibles problemas de salud en tu perro y, con suerte, evitar que se conviertan en algo grave.
Las revisiones periódicas también te ayudarán a mantener las vacunas de tu perro al día, a controlar su peso con precisión y a tener la total tranquilidad de que, si surgiera cualquier problema, podrá ser detectado y tratado a tiempo.
Evaluación general de la salud del perro
Cuando tu perro presenta algún problema de salud o lesión, acudes al veterinario, pero en estas visitas el especialista se centra en encontrar la solución al problema concreto. Las visitas de chequeo son más completas y le dan al veterinario la oportunidad de detectar pequeños cambios en la salud física general de tu mascota.
Es esencial que tu veterinario vea a tu perro al menos una vez al año para un chequeo completo y la vacunación anual y, con mayor frecuencia, a medida que tu perro envejece o si tiene necesidades médicas especiales. Estas visitas periódicas juegan un papel muy importante, «más vale prevenir que curar»; así que no dejes de realizarlas, aunque consideres que tu perro está sano y en forma. Tu veterinario revisará a tu perro, lo que incluye escuchar su corazón y pulmones, pasarle las manos por el abdomen para detectar señales inusuales, verificar su pelo y su piel, problemas de ojos y oídos e incluso escanear su microchip para asegurarse de que todo funciona correctamente.
Hacer que las visitas al veterinario sean menos estresantes
Otra ventaja de estas revisiones anuales es que tu perro se acostumbrará a visitar la consulta veterinaria cuando se encuentra bien. Si solo van a la consulta veterinaria están lesionados o enfermos, ir al veterinario puede ponerles muy nerviosos, ya que asocian la visita con malos momentos, dolor o experiencias estresantes. Es una buena idea acudir a la consulta del veterinario con tu perro de vez en cuando, incluso si no tienes una cita. El personal de la consulta agradecerá que pases a saludar y tu perro lo relacionará con algo positivo.