Sorry, you need to enable JavaScript to visit this website.
Su Bienestar, Nuestra Pasión.
Cat looking at a cow - Hero

¿Vas a adoptar un gato callejero o asilvestrado? Te contamos lo que debes saber

5 min de lectura

A algunos gatos les gusta que los cuiden en un entorno doméstico, otros requieren además una atención constante, y luego están los gatos callejeros. Son uno de los tipos de animales domésticos más independientes y autosuficientes. Dales un hogar acogedor y libertad de acción en un jardín, un granero o un entorno de granja... y estarán en su salsa.

Si estás pensando en adoptar un gato salvaje, aquí va una breve guía sobre lo que puedes esperar. Sigue leyendo si quieres saber más sobre el proceso de incorporación a tu hogar de un gatito salvaje amante del aire libre y de la independencia. 

¿Qué entendemos por gato callejero?
 

Los gatos callejeros, asilvestrados o ferales suelen ser gatos mestizos que viven en libertad al aire libre y a los que les gusta mantener las distancias con la gente. En algunos casos pueden ser bastante asilvestrados, lo que significa que no les gustará nada interactuar con los humanos. 

Lo más importante que hay que tener en cuenta al plantearse adoptar este tipo de gatos es que asumirías el papel de protector y no el de propietario o amigo. Aunque un gato salvaje puede volverse más afable y confiado a tu alrededor, tu papel principal será proporcionarle comida, cobijo y cuidados, y no necesariamente tener una relación de cercanía o disfrutar de un estrecho vínculo. 

No te dejes engañar por el nombre de «gato de granja» que tienen estos gatos en ocasiones; en realidad, no necesitas un granero ni una granja para adoptar uno. Cualquier tipo de vivienda con un espacio exterior amplio —y, lo que es más importante, seguro— estará bien, siempre que se le permita libertad y, preferiblemente, alguna zona de vegetación como un patio, un jardín o un campo en el que pueda deambular. Como superdepredadores que son —y que muy probablemente puedan sobrevivir sin ti—, también necesitan oportunidades para cazar. 

La mayoría de los gatos salvajes o asilvestrados son excelentes y entusiastas cazadores y mantendrán a raya a las alimañas, pero cuidado con que esto no te traiga problemas con los vecinos.

Los gatos callejeros no son gatos para tener en un piso, así que tenlo en cuenta cuando quieras adoptar uno.

Cómo cuidar mejor a los gatos asilvestrados

En general, los gatos salvajes pueden requerir muy poco mantenimiento y no necesitan tantos cuidados o atenciones como otros gatos. Sin embargo, hay algunas cosas básicas que puedes hacer para prepararte para vivir con un gato de este tipo.

  • Facilítale acceso a un cobijo permanente cubierto, cálido y protegido de la intemperie.
  • Procura que la zona circundante sea segura para él y que no haya peligros como productos químicos, veneno o carreteras transitadas.
  • Dale agua y comida a diario y colócala en un lugar donde otros animales, como zorros, tejones y erizos, no puedan alcanzarla.
  • Los cuencos calientes de agua son imprescindibles en pleno invierno o si vives en una zona fría. Si esto no fuera posible, échale un vistazo al bebedero varias veces al día. Lo mismo con su cobijo o refugio; debe tener toallas o mantitas para proporcionarle suficiente calor.
  • Procura que el gato tenga acceso a algún tipo de vegetación, ya sea un jardín, un campo o una zona boscosa.
  • Antes de llevarte el gato callejero a casa, cerciórate de que haya pasado una revisión sanitaria completa y que le hayan puesto todas las vacunas.
  • Esterilízalo y asegúrate de que lleva microchip (y de que este está actualizado con tus datos).
  • Conoce sus hábitos y presta especial atención a su comportamiento. Como estos gatos deambulan más, es más probable que se hieran o se hagan daño, así que si notas algo fuera de lo normal, consulta a un veterinario.

Qué necesitas para adoptar un gato callejero
 

Una vez tomada la decisión de adoptar un gato callejero, llega el momento de llevarlo a casa. He aquí algunos consejos para que la transición os resulte más fácil a ti y a tu nuevo compañero.

1.    Prepárale el refugio. 
Durante las primeras semanas, es mejor mantenerlo en un espacio cerrado hasta que se acostumbre a su nuevo hogar. Puede ser un garaje, un cobertizo o un granero. Si se le deja libre enseguida, podría escaparse intentando encontrar su antiguo hogar.

2.    Dale mucha comida sabrosa para que aprenda que este es un lugar de buenos recursos y que, por tanto, merece la pena quedarse.

3.    Dale tiempo para que se asiente y se adapte. La mejor forma de hacerlo depende totalmente de su personalidad y procedencia. Si es muy asilvestrado o nervioso, no acogerá bien tus atenciones y se adaptará mucho mejor si lo dejas a su aire para que asimile su nuevo entorno sin el estrés de tu interferencia. Si tiene más confianza en sí mismo o ha estado con gente antes y es sociable o, por lo menos, no les causan estrés las personas, puedes pasar tiempo cerca de él, pero no intentes interactuar a menos que lo busque activamente.

4.    Mantén limpia la zona en la que esté. La mejor forma de hacerlo es procurando que la zona en la que esté encerrado sea lo bastante grande para que pueda utilizar como retrete un espacio alejado de donde duerme y come. La mayoría de los gatos que deambulan libremente encontrarán su propia zona de aseo, pero mientras estén más confinados, necesitan poder separar su zona de aseo y la de vida.

5.    Intenta que tenga luz diurna y mucho aire fresco, y haz que sea un entorno agradable en el que el gato esté contento de estar.

6.    Facilítale un entorno enriquecedor que simule oportunidades de caza, cosas que mirar, diferentes alturas, cosas para trepar y muchos lugares donde esconderse, dormir y relajarse. Estos gatos suelen sentirse mucho más seguros si tienen lugares donde esconderse.

7.    Dales mucha libertad. 
Cuando se hayan acostumbrado a su nuevo entorno (y a ti, si les gusta la compañía humana), permíteles vagar libremente, pero asegúrate de que puedan acceder fácilmente a su refugio, comida y agua cuando lo necesiten. Esto suele llevar unas cuatro semanas.

¿Por qué los gatos abandonados o callejeros son diferentes de otros gatos?

Tener gatos callejeros es genial y, aunque no sean tan sociables como los gatos domésticos, pueden llegar a encariñarse con la gente que les rodea. Además, tienen muchas cualidades que compensan ese carácter más independiente.

  • Son excelentes cazadores acostumbrados a perseguir pequeños roedores como ratoncitos, de modo que, si vives en una granja, pueden ser de gran ayuda para controlar plagas.
  • Les encanta su independencia, lo que hace que requieran pocos cuidados. 
  • Pueden establecer buenos vínculos con otros animales, por lo que suelen ser gatos de establo fantásticos. 
  • Desde luego, no son buenas mascotas para un piso, ya que prefieren pasar el tiempo fuera, explorando y estando solos, y la proximidad de los humanos suele estresarles mucho. Dicho esto, puede que cuando tu gato errante se haya instalado en su nuevo hogar, disfrute de vez en cuando de algunas comodidades si le dejas una puerta o una ventana abierta.
  • Los gatos callejeros suelen ser cazadores apasionados, lo que puede crearte algún conflicto con los vecinos más cercanos: si no tienen buenas oportunidades de caza, cazarán pájaros cantores, crías de conejo y pueden pescar en estanques ornamentales.

Adoptar un gato, tanto si es hogareño como callejero, puede ser una experiencia maravillosa. Todos los gatos merecen un hogar seguro y acogedor, así que esperamos que este artículo te haya sido útil para responder a todas las dudas que tuvieras sobre este tema. 

Si no sabes qué tipo de gato se adapta mejor a tu estilo de vida, prueba nuestro Test de selección de razas para averiguar qué otros gatos podrían ser los más adecuados para ti. 

¿Quieres saber más sobre tus gatos? Consulta este artículo sobre cómo entender el lenguaje corporal de tu gato.