El border collie es un perro bien proporcionado y de tamaño mediano. El pelaje puede ser suave o de una longitud media, y el color más común es el negro y blanco, aunque también se presenta en otros colores combinados con el blanco, como el marrón, el azul merlé, el rojo e incluso tricolor. Los machos adultos miden unos 53 cm y la altura de las hembras es algo inferior. Suelen pesar entre 14 y 20 kg.
Los border collie siempre están listos para trabajar y se muestran atentos, activos y vigilantes. Crean un vínculo muy estrecho con su amo y su familia, pero, a menos que se les pueda dedicar mucho tiempo y hagan mucho ejercicio, no son muy adecuados para familias con niños muy pequeños, ya que su instinto natural es seguir a cualquier cosa que se mueva... incluidos tus hijos. Son decididos y valientes, pero si no se les mantiene ocupados cometerán travesuras, ya que su cerebro está siempre activo.
El origen de la raza se remonta al siglo XVIII, aunque no se le dio el nombre actual hasta 1915. Los border collies trabajaban con los pastores en las zonas fronterizas entre Escocia e Inglaterra durante cientos de años y fueron criados únicamente por su capacidad de trabajo. Algunos criadores de border collie temen que un énfasis excesivo en el aspecto y la belleza pueda llevar a la destrucción de la raza, por lo que siguen centrándose principalmente en sus cualidades para el trabajo. Suele haber diferencias entre las variedades de exposición y de trabajo.
