Sorry, you need to enable JavaScript to visit this website.
Su Bienestar, Nuestra Pasión.
Gato acostado en la silla con cojín púrpura

¿Por qué mi gato vomita?

4 min de lectura

La mayoría de los propietarios de un gato se acostumbrarán a verlo vomitar de vez en cuando sin tener que preocuparse demasiado. Por lo general, cuando un gato vomita suele ser por algún problema sin importancia, como un exceso de glotonería o haber jugado con demasiada intensidad después de comer.

Sin embargo, si tu gato vomita con más frecuencia, puede indicar un problema más grave que requiera atención veterinaria inmediata. Los vómitos crónicos (que duran desde varios días hasta semanas) pueden deberse a trastornos digestivos o sistémicos (que afectan a todo el organismo).

¿En qué consisten los vómitos en los gatos?

El vómito es la expulsión forzada del contenido del estómago por la boca. Hay que distinguirlo de la regurgitación, más pasiva, por la que el alimento que se expulsa llega a la boca desde el esófago sin tanta violencia y sin que el estómago se contraiga. Cuando un gato vomita, generalmente muestra signos de tener náuseas: saliva, se lame el hocico y hace ademán de tragar en exceso antes de vomitar.

Posibles causas del vómito en gatos

Si tu gato vomita, puede ser por varias razones. En los casos crónicos, es imprescindible que el veterinario averigüe la causa exacta para decidir cuál es el tratamiento adecuado para tu gato. Entre las causas que pueden hacer vomitar a tu gato se encuentran las siguientes:

  • Bolas de pelo.
  • Comer demasiado deprisa.
  • Cambios repentinos en la dieta o introducción de un nuevo alimento sin transición progresiva.
  • Ingesta de algún alimento en mal estado, toxina o cuerpo extraño.
  • Intolerancia, alergias o hipersensibilidad a determinados ingredientes alimentarios.
  • Infecciones digestivas, como virus, bacterias, hongos o parásitos.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal (inflamación del estómago o el aparato digestivo).
  • Tumores en el estómago, intestino u otros órganos.
  • Enfermedades que afectan a otras partes del cuerpo, como los riñones, el hígado, el páncreas o la glándula tiroides.

Vómitos de bilis en los gatos

Un gato puede vomitar bilis cuando no ha comido nada durante bastante tiempo y tiene el estómago vacío. La bilis es una sustancia amarillenta segregada por el hígado del gato que interviene en la digestión de las grasas de los alimentos. Hay varias causas subyacentes por las que un gato puede vomitar bilis, desde problemas endocrinos o enfermedad hepática hasta, por ejemplo, algo tan simple como una bola de pelo o tener el estómago revuelto. Sin embargo, si se convierte en algo frecuente, deberías llevarlo al veterinario.

Tratamiento de los vómitos en los gatos

Después de un episodio aislado de vómitos, comprueba si tu gato muestra otros signos de enfermedad, como apatía, fiebre o diarrea. En primer lugar, si es posible, localiza y elimina cualquier elemento que pueda haber provocado el vómito en tu gato y retírale la comida durante unas cuantas horas.

Sigue dándole agua y estimúlalo para que beba. Si tu gato deja de vomitar, dale un poco de comida. Si la retiene, sigue dándole comida en pequeñas cantidades con cierta frecuencia.

Mantén esta rutina durante el día siguiente, más o menos, antes de volver a la pauta de alimentación habitual si todo sigue bien. No le des a tu gato ningún medicamento para humanos ni de venta libre sin que te lo diga el veterinario.

¿Cuándo debo acudir al veterinario?

Deberás acudir al veterinario si los vómitos persisten o si:

  • Tu gato vomita con sangre.
  • Sospechas que tu gato ha podido comer algo envenenado.
  • Tu gato tiene fiebre o está deprimido.
  • Tu gato intenta vomitar, pero no saca nada.
  • Crees que a tu gato le duele algo.
  • Tu gato tiene las encías amarillentas o muy pálidas.

Alimentos adecuados para controlar el vómito en los gatos

Si tu gato vomita, le iría bien tomar un alimento específico con las siguientes características:

  • Con ingredientes de alta calidad y digestibilidad, para reducir la carga de trabajo del estómago y mejorar la tolerancia a los alimentos en caso de gastritis.
  • Un número limitado de fuentes de proteínas, para reducir el riesgo de reacción alérgica o reacción digestiva adversa que pueda provocarle vómitos.

Si el veterinario sospecha que la causa de los vómitos en tu gato es una alergia alimentaria, puede recomendarte una dieta hipoalergénica formulada con proteínas hidrolizadas. Se trata de proteínas que se han descompuesto en pequeñas partes que no tienen capacidad para provocar una reacción alérgica o es poco probable que lo hagan.

Si la causa de los vómitos en tu gato son las bolas de pelo, además de que acicales a tu mascota con asiduidad para reducir la ingesta de pelo, es recomendable que le ofrezcas una dieta rica en fibra para minimizar la formación de bolas de pelo al mejorar el tránsito del pelo ingerido por el aparato digestivo, desde donde lo eliminará de forma segura a través de las heces.

Consulta a tu veterinario acerca de la dieta más recomendable para un gato enfermo o con vómitos.