Bulldog francés

Los problemas de salud más habituales del bulldog francés están relacionados con la forma plana de su cara, que puede provocar una obstrucción de las vías respiratorias y dificultades para respirar. Por lo tanto, hay que evitar un exceso de ejercicio y de calor. Son propensos a infecciones cutáneas, trastornos oculares, displasia de cadera y codo (una enfermedad que puede provocar problemas de movilidad) y enfermedades de la columna vertebral.

Este perro no necesita mucho ejercicio en comparación con otras razas: con una hora de ejercicio al día es suficiente. Procura protegerle del calor, ya que por su cara plana tiende a sufrir golpes de calor o insuficiencia respiratoria si hace ejercicio en horas de calor. En verano, sácalo a hacer ejercicio por la mañana temprano o a última hora de la tarde.

Los perros pequeños tienen un metabolismo rápido, lo que significa que queman energía a un ritmo muy alto. Con un estómago tan pequeño, esto implica que deben comer poco pero a menudo. Los alimentos para razas pequeñas están específicamente ideados con proporciones adecuadas de nutrientes clave y unos granos de pienso de menor tamaño que se adapten a bocas más pequeñas. Esto, además, estimula la masticación y mejora la digestión.

Su pelaje corto, brillante y ceñido al cuerpo requiere muy poca atención: basta con un cepillado semanal. Sin embargo, las arrugas de la cara y las orejas deben limpiarse con regularidad, ya que son propensas a presentar complicaciones y necesitan chequeos y atención frecuentes.

Aunque tradicionalmente la mayoría de perros son buenos con los niños, todos los perros y niños necesitan que se les enseñe a llevarse bien y a respetarse mutuamente para estar seguros. Aun así, los perros y los niños pequeños nunca deberían quedarse solos y los adultos deben supervisar todas las interacciones entre ellos.