En la sociedad en la que vivimos, cada vez hay más personas que deciden incorporar una mascota en su vida. Si se inclinan por un perro, lo más habitual es que escojan una raza de perro pequeña, que satisfaga sus necesidades de cariño y se adapte a su estilo de vida.
Los perros de raza pequeña aportan una serie de ventajas considerables respecto a los de mayor tamaño. Acostumbran a ser tranquilos, son más fáciles de transportar (tanto en ciudad como a la hora de viajar), pueden convivir perfectamente en espacios reducidos y, aunque pueden precisar de cuidados diarios (como el cepillado), no suelen requieren de largos paseos ni de una actividad excesiva.
Perros pequeños
Entre las razas más comunes, destacamos el Chihuahua, un perro originario de México, caracterizado por su personalidad intrépida, su inteligencia y su longevidad. Esta especie puede alcanzar los 15 o 16 años de vida, y su supuesta fragilidad no es tan real como puede parecer. Otra opción de raza a considerar es el Teckel, conocido popularmente como “perro salchicha”. Su temperamento es generalmente muy equilibrado y, aunque tiene fama de testarudo, acostumbra a adaptarse muy fácilmente a todo tipo de entornos y condicionantes.