Es un perro razonablemente grande, poderoso y elegante a la vez. El pelaje es corto y liso y puede ser de color marrón, negro, azul o leonado (también denominado isabella) con manchas de color naranja. El porte del cuerpo es orgulloso y tiene cierto parecido con un caballo pura sangre. Los machos adultos miden alrededor de 69 cm y las hembras, 65 cm. El adulto pesa entre 32 y 45 kg.
El dobermann puede sufrir:
Programas de salud y análisis prioritarios según el club de criadores del Reino Unido:
1 C. A. Calvert, 'Thyroid‐stimulating hormone stimulation tests in cardiomyopathic Doberman pinschers: A retrospective study', 1998, Journal of Veterinary Internal Medicine
Los dóberman necesitan actividad física y mental. Deben recibir un adiestramiento adecuado, ya que un perro aburrido tendrá problemas de comportamiento. Si se le socializa pronto con otros perros, animales de compañía y niños, el dóberman puede ser un perro de familia encantador. Es fiel, cariñoso y se encargará de proteger el hogar. Tiende a ser perro de un solo amo y no tolerará las provocaciones, así que los niños deben aprender a comportarse debidamente con el perro. El dueño tiene que ser responsable del comportamiento del animal. Si no puedes dedicarle tiempo o no tienes experiencia con perros, no es la raza más adecuada para ti.
Un vigilante nocturno, lacero y recaudador de impuestos alemán llamado Herr Louis Dobermann combinó varias razas en busca del perro protector ideal que lo acompañara en sus rondas. Y fue así como creó la raza a finales del siglo XIX. Se dice que utilizó rottweilers y gran daneses por su tamaño y fuerza, galgos por su velocidad y Manchester terriers por su pelaje liso y silueta elegante, así como por la tenacidad de los terriers. También es posible que incluyese otras razas, como schnauzers, pinschers alemanes, pastores alemanes, bracos alemanes de pelo corto y bracos de Weimar. El primer dóberman se catalogó en el registro genealógico alemán en 1893.
