El corgi galés de Pembroke suele ser una raza bastante sana y resistente. Sin embargo, al igual que muchas otras razas, puede sufrir trastornos oculares hereditarios y displasia de cadera (una enfermedad que puede provocar problemas de movilidad). Por tanto, es importante un examen de la cadera y de los ojos antes de dedicar al perro a la crianza. La forma del cuerpo también lo hace proclive a enfermedades de los discos intervertebrales.
- Perro apto para dueños con experiencia
- Se requiere algo de adiestramiento
- Le gustan los paseos suaves
- Le gusta pasear una hora al día
- Perro pequeño
- Babeo mínimo
- Requiere aseo cada dos días
- Raza no hipoalergénica
- Perro tranquilo
- Perro guardián. Ladra y está alerta
- Puede necesitar entrenamiento para vivir con otras mascotas
- Puede necesitar entrenamiento para vivir con niños
Personalidad
El corgi galés de Pembroke es un perrito activo y obediente por lo general. Intrépido y sociable, es un gran perro encerrado en un cuerpo pequeño. Es muy obediente y fiel a la familia y resulta ideal en un hogar activo y ajetreado. También es un buen perro guardián, ya que está siempre alerta en casa, dispuesto a anunciar la llegada de cualquier visita.
Origen
Se han hallado pruebas de la existencia del corgi galés de Pembroke en el Reino Unido desde, al menos, el año 920 d. C. Se cree que fueron los tejedores flamencos quienes lo llevaron a Gales, donde se volvió muy popular entre los siglos XIV y XVIII como perro pastor del ganado. El corgi galés de Pembroke y el corgi galés de Cardigan fueron reconocidos en Gran Bretaña como dos razas distintas en 1934.