El Bracco italiano es un perro de gran tamaño, fuerte, musculoso y activo, con un pelaje fino y corto. La forma de su cabeza es muy característica ya que cuenta con unas orejas largas y una mandíbula bien desarrollada. Pueden ser de color naranja y blanco, naranja ruano, castaño y blanco, o bien ruano castaño. Los machos adultos miden entre 58 y 67 cm y las hembras deberían medir entre 55 y 62 cm. Su peso puede variar entre 25 y 40 kg, en función de la altura del perro.
Son perros inteligentes, fieles y cariñosos, por lo que se llevan bien con los niños y con los demás perros. Son ideales para familias activas que vivan en el campo y estarán encantados de ser tanto perros familiares como de trabajo al mismo tiempo. Aunque se mueren por aprender y agradar, hay que recordar que estos perros son bastante sensibles y que el adiestramiento se debe llevar a cabo poco a poco. No son la mejor de las razas para un propietario novato.
Esta es una raza antigua y ya aparece en pinturas y escritos de los siglos IV y V a. C. Se cree que proviene de un cruce entre un perro tipo mastín y un perro de caza egipcio. En el siglo XVIII, los cazadores italianos hicieron evolucionar este perro para la caza, el rastreo y la señalización de presas. Antes de que empezaran a usarse armas de fuego para la caza, estos perros se utilizaban para llevar a las presas hasta las redes de los cazadores. El primer perro de esta raza que llegó al Reino Unido lo hizo a finales de los años 80 y, actualmente, la población es muy baja.
