Como ocurre con otras muchas razas, el braco de Weimar puede desarrollar displasia de cadera (que puede provocar problemas de movilidad), por lo que es importante realizar pruebas de cadera a los perros antes de su crianza. También, al igual que muchas razas de tamaño grande, tienen una mayor tendencia a padecer algunas enfermedades de los huesos, del corazón y una enfermedad específica del estómago (distensión y vólvulo gástrico).
- Perro apto para dueños con experiencia
- Se requiere algo de adiestramiento
- Le gustan los paseos enérgicos
- Le gusta pasear una o dos horas al día
- Perro grande
- Babeo mínimo
- Requiere aseo una vez por semana
- Raza no hipoalergénica
- Perro tranquilo
- Perro guardián. Ladra, está alerta y tiene aspecto protector
- Puede necesitar entrenamiento para vivir con otras mascotas
- Puede necesitar entrenamiento para vivir con niños
El braco de Weimar puede sufrir:
- Displasia de cadera
- Dilatación y vólvulo gástrico
Programas de salud y análisis prioritarios según el club de criadores del Reino Unido:
- Programa de detección de displasia de cadera
Personalidad
Los bracos de Weimar son perros muy completos a los que les encanta la vida familiar. Son afables y enérgicos, pero gracias a sus cualidades como vigilantes, también son unos grandes perros guardianes. Tienen un carácter muy fuerte, por lo que no son el perro ideal para un dueño primerizo. Aun así, si tienes la experiencia suficiente y puedes sociabilizarlos, adiestrarlos y ejercitarlos, serán unos compañeros muy agradecidos.
Origen
Un perro parecido al braco de Weimar aparecía ya en un lienzo de Van Dyke a principios del siglo XVII. Se cree que la raza procede de una población similar a la del braco alemán de pelo corto, a la que pronto se añadió el bloodhound mediante cruces con una o más razas de rastreadores. Esta raza adopta su nombre de la corte de Carlos Augusto, gran duque de Weimar, y se empleaba en un principio para la caza mayor de lobos, gatos monteses, ciervos, pumas, osos, etc. Cuando la caza mayor desapareció de Europa a finales del siglo XIX, estos perros se convirtieron en ejemplares poco comunes. Sin embargo, mediante un cruce selectivo, se convirtieron en cazadores y perros de aves.