El corgi galés de Cardigan suele ser una raza bastante sana y resistente. Sin embargo, al igual que muchas otras razas, puede sufrir trastornos oculares hereditarios y displasia de cadera (una enfermedad que puede provocar problemas de movilidad). Por tanto, es importante un examen de la cadera y de los ojos antes de dedicar al perro a la crianza. La forma del cuerpo también lo hace proclive a enfermedades de los discos intervertebrales.
- Perro apto para dueños con experiencia
- Se requiere algo de adiestramiento
- Le gustan los paseos suaves
- Le gusta pasear una hora al día
- Perro pequeño
- Babeo mínimo
- Requiere aseo cada dos días
- Raza no hipoalergénica
- Perro tranquilo
- Perro guardián. Ladra y está alerta
- Puede necesitar entrenamiento para vivir con otras mascotas
- Puede necesitar entrenamiento para vivir con niños
Personalidad
El corgi galés de Cardigan es un perrito lleno de energía que necesita una familia a la que le encante estar al aire libre. Este perro mantiene el instinto de pastoreo de sus antepasados y, por lo tanto, le encanta estar en continuo movimiento. Tiende a morder los tobillos y perseguir los pies de la gente. Son obedientes y leales a la familia. Muy atento a lo que sucede a su alrededor, es un buen perro guardián para el hogar.
Origen
Se han hallado pruebas de la existencia del corgi galés de Cardigan en el Reino Unido aproximadamente en el siglo XIII a. C. Se cree que fueron los celtas quienes lo llevaron a Gales, donde se volvió muy popular como perro pastor del ganado. El corgi galés de Cardigan y el corgi galés de Pembroke fueron reconocidos en Gran Bretaña como dos razas distintas en 1934.