El spitz japonés suele gozar de una salud relativamente buena. Tiene en común con muchas razas pequeñas su tendencia a sufrir luxaciones de rótula (desplazamiento temporal de la rótula).
- Perro apto para dueños sin experiencia
- Se requiere un adiestramiento básico
- Le gustan los paseos suaves
- Le gusta pasear una hora al día
- Perro pequeño
- Babeo intenso
- Requiere aseo cada dos días
- Raza no hipoalergénica
- Perro muy ladrador
- Perro guardián. Ladra y está alerta
- Puede necesitar entrenamiento para vivir con otras mascotas
- Puede necesitar entrenamiento para vivir con niños
Personalidad
Al principio, se muestra algo reservado con los desconocidos, pero el spitz japonés es cariñoso y fiel a sus seres queridos. Atento y activo, le gusta vigilar su casa y su jardín, y ladrará cuando algo inusual le llame la atención. Es un perro muy familiar y se lleva bien con las personas y con los demás animales.
Origen
Aunque la raza se desarrolló en Japón, deriva en origen de las razas de spitz blancos del norte de Europa y de Norteamérica, como el spitz alemán y ruso o el samoyedo. La raza resultante se subdividió en dos categorías de diferente tamaño. La grande se denominó «samo» y la pequeña, «spitz»; esta última fue la que se convirtió en un perro de compañía habitual en Japón y se extendió después a Suecia y, de allí, al resto de Europa y del mundo.