Los parsons suelen ser una raza bastante resistente, como la mayoría de los terriers. Como muchas razas, puede sufrir trastornos oculares hereditarios, por lo que es importante hacerles un chequeo de la vista.
- Perro apto para dueños sin experiencia
- Se requiere algo de adiestramiento
- Le gustan los paseos activos
- Le gusta pasear una hora al día
- Perro pequeño
- Babeo mínimo
- Requiere aseo una vez por semana
- Raza no hipoalergénica
- Perro expresivo y ladrador
- Perro guardián. Ladra y está alerta
- Puede necesitar entrenamiento para vivir con otras mascotas
- Puede necesitar entrenamiento para vivir con niños
El parson russell terrier puede ser propenso a sufrir:
- Luxación rotuliana
- Enfermedad de Legg-Perthes
- Luxación primaria del cristalino, que es una enfermedad en la que el cristalino se desplaza respecto a su posición normal en el ojo, lo que provoca pérdida de visión y puede causar dolor
- Ataxia de aparición tardía, que es una enfermedad hereditaria que puede causar descordinación y pérdida de equilibrio
- Ataxia espinocerebelosa, una enfermedad que causa degeneración en zonas de la médula espinal y puede afectar al equilibrio y al movimiento.
Programas de salud y análisis prioritarios:
- Ninguno, pero hay algunos programas recomendados por el club de criadores que pueden encontrarse aquí.
Personalidad
En general, los parsons son perros afables, fieles y cariñosos, con mucha personalidad. Son unas mascotas ideales para una familia activa y deben sociabilizar desde una edad temprana, sobre todo con los gatos y con otros perros. Los aficionados a la jardinería pronto verán de que cavar es uno de los pasatiempos preferidos de estos perros.
Origen
El parson jack russell se desarrolló y se estableció en el siglo XVIII en el condado británico de Devon gracias al reverendo John Russell. John Russell nació en 1795 en el seno de una familia muy aficionada a la caza del zorro. Quería un perro que pudiera seguir el ritmo de los caballos, que corriera con los sabuesos y fuera lo bastante pequeño para sacar a los zorros de sus madrigueras. Mientras estudiaba en Oxford, encontró al perro perfecto para su objetivo y se lo compró a su dueño, un lechero de la zona. Se cree que ese fue el primer perro conocido como jack russell. Durante sus años como clérigo, John Russell se dedicó tanto a la Iglesia como a la cría de terriers adecuados para la caza del zorro.