Si tienes pensado viajar con tu gato, lo primero que debes tener en cuenta es que los felinos suelen ser muy escépticos a cambiar su rutina habitual y desplazarse a nuevos destinos.
Esta experiencia acostumbra a producirles bastante inquietud, y esto se traduce en un nivel de ansiedad y estrés considerable. Preparar el viaje con antelación, e informarse de todos los aspectos que pueden minimizar su incomodidad durante el trayecto, puede ayudarte a evitarle molestias indeseadas.
Una vez que hayas planificado el viaje, es conveniente que acudas a tu veterinario y le comentes los detalles del mismo: tiempo del trayecto, medio de trasporte escogido, duración de la estancia, y cualquier otro factor referente al temperamento de tu gato que pueda ser relevante.
El veterinario le realizará una exploración completa para garantizar que su estado de salud es óptimo. Se asegurará de que tu gato lleva el chip incorporado e, idealmente, una placa identificativa. Y revisará su cartilla de vacunas para confirmar que está desparasitado (interna y externamente), y que el estado de las vacunas es el correcto (incluida la de la rabia, que es imprescindible para acceder a determinados destinos).
Debes tener en cuenta que, si viajáis fuera de España o en según qué medios de trasporte, el veterinario deberá elaborar un certificado de salud que indique que los aspectos mencionados anteriormente están en orden. Por ejemplo, si os desplazáis en avión, la compañía aérea necesitará este certificado, y si el destino no es nacional, también puede solicitarte el pasaporte.
En cualquier caso, es conveniente que antes de realizar la visita al veterinario, contactes con la compañía del medio de trasporte que hayas escogido (avión, tren, barco u otros), para que te informen con detalle de todos los requisitos que necesitas para viajar con tu gato. Piensa que, aunque existe una normativa general en función de cada medio de trasporte, las distintas compañías tienen sus propias restricciones, y debes conocerlas bien antes de proceder a la contratación de sus servicios.
La visita al veterinario también te ayudará a saber cómo proceder antes y durante el trayecto. Seguramente, te recomendará qué tipo de transportín debes escoger en función del tamaño y necesidades de comodidad de tu gato, y te aconsejará que lo familiarices con él, colocándolo los días previos en algún lugar seguro de tu casa abierto, para que tu compañero felino pueda curiosear a su gusto, motivándolo con algún tipo de premio (snack), o alguno de sus juguetes favoritos.
Con el fin de favorecer su bienestar durante el desplazamiento, el veterinario puede indicarte que cubras la superficie del transportín con una colchoneta o empapador, y que adquieras un recipiente adecuado para que pueda beber agua siempre que lo necesite.
Para evitar posibles vómitos, en el caso de que tu gato padezca mareo durante el trayecto, seguramente te aconsejará que le des de comer como mínimo 3 horas antes de iniciar el trayecto, y también es posible que te recete algún tranquilizante o te prescriba feromonas para que tu felino viaje más relajado y con menor ansiedad. Las feromonas pueden adquirirse en formato de toallitas empapadas o mediante un vaporizador. Ambos sistemas desprenden olores familiares en los gatos, hecho que les proporciona seguridad y mayor confort.