El mastín tibetano suele ser una raza bastante resistente. Al igual que muchas otras razas, a veces puede sufrir trastornos oculares hereditarios y displasia de cadera (una enfermedad que puede provocarle problemas de movilidad). Por tanto, se recomienda hacer un examen de la cadera y de los ojos antes de dedicar al perro a la crianza.
- Perro apto para dueños con experiencia
- Se requiere un adiestramiento extra
- Le gustan los paseos activos
- Le gusta pasear una o dos horas al día
- Perro gigante
- Babeo intenso
- Requiere aseo diario
- Raza no hipoalergénica
- Perro expresivo y ladrador
- Perro guardián. Ladra, está alerta y tiene aspecto protector
- Puede necesitar entrenamiento para vivir con otras mascotas
- Puede necesitar entrenamiento para vivir con niños
Los mastines tibetanos suelen ser una raza muy robusta, pero pueden sufrir:
- Displasia de cadera
- Displasia de codo
- Dilatación y vólvulo gástrico
- Infecciones de oído
Programas de salud y análisis prioritarios según el club de criadores:
- Programa de detección de displasia de cadera
Personalidad
El mastín tibetano es un perro guardián de la cabeza a los pies, por lo que no debe tomarse a la ligera. Es cauteloso con los desconocidos y se muestra protector con su familia y sus propiedades. Es necesario tener la experiencia necesaria para llevarlo, sociabilizarlo y adiestrarlo, como ocurre con todas las razas de perros guardianes. En el hogar adecuado es un compañero tranquilo, cariñoso y fiel.
Origen
El mastín tibetano o dogo del Tíbet es una raza antiquísima —se cree que tiene más de 3000 años de historia— que se empleaba en su país natal como perro guardián, para proteger las propiedades (incluso los monasterios) y también al ganado. El propio Marco Polo describía al mastín tibetano como un perro «alto como un burro, pero con un vozarrón potente como el del león».
Esta raza es relativamente nueva para el resto de los amantes de los perros; hace solo un siglo que empezó a llamar la atención de los criadores occidentales.
Curiosidades del mastín tibetano
- El dalái lama tenía ocho mastines tibetanos que guardaban su residencia de verano en Norbulingka, dos en cada entrada.
- El primer registro de estos perros en Inglaterra data de 1828, cuando se entregó uno al zoo de Londres; posteriormente, el virrey de la India envió otro a la reina Victoria en 1847.
- En 1970, los traficantes de drogas nepalíes encontraron otra utilidad para esta raza, al utilizarlos para introducir drogas en Estados Unidos en la parte inferior de sus jaulas. Por raro que parezca, los funcionarios de aduanas no estaban muy por la labor de registrarlos.
- El mastín tibetano más pesado del mundo vive en el Tíbet y pesa unos 113 kg.