Los gatos son mascotas asustadizas por naturaleza. Adoran la tranquilidad y, ante cualquier nuevo estímulo, pueden sentir temor y huir, con la angustia que ello conlleva para los propietarios.
Cuando están cobijados en casa con nosotros, los felinos se sienten seguros y, pese a su extremada curiosidad, es fácil controlar sus movimientos y evitar que accedan a espacios exteriores y, en consecuencia, se pierdan.
Ahora bien, exponerlos a un trayecto, por muchas medidas que pongamos para remediarlo, les ocasiona un estrés adicional y, pueden aprovechar cualquier descuido del propietario o circunstancia adversa para salir corriendo.
De ahí nace la importancia de que conozcas los distintos mecanismos que existen para su localización, y los consideres, sobre todo, en el caso de que decidas viajar con tu gato. Ten en cuenta que, a diferencia de lo que ocurre con los perros, los gatos angustiados buscaran rápidamente los rincones más recónditos para esconderse, protegiéndose de la presencia humana y otros estímulos ambientales, hecho que puede dificultar aún más su localización.
La placa identificativa y el microchip para gatos
La placa identificativa y el microchip son de uso imprescindible ante cualquier pérdida. La primera permite grabar su nombre y tu número de teléfono para que puedan localizarte. Su coste es mínimo, y no supone incomodidad para tu gato.
La segunda, además de ser obligatoria para acceder a gran parte de destinos, es la más eficaz para contactar con los propietarios.
La desventaja de ambas radica en la necesidad de que alguien encuentre a tu gato, y decida llamarte, o desplazarse al veterinario para que pueda proceder a la lectura del microchip, situación difícil de prever cuando no estás en tu ciudad y desconoces el terreno.
Gracias a la evolución tecnológica existe una tercera opción que recomendamos, especialmente cuando planees viajar con tu gato.
El GPS para mascotas
Se trata del GPS para mascotas, conocido como sistema de posicionamiento global. Este dispositivo, que a diferencia del microchip no precisa de cirugía para ser insertado bajo la piel del gato, está equipado con un chip y un receptor, que son los encargados de rastrear la pista de tu mascota, y monitorizar su ubicación en tiempo real, con la simple ayuda de un teléfono móvil y una tarjeta SIM de datos.
Su dimensión es pequeña, y acostumbra a instalarse en el cuello de tu gato, sobre su collar. Una vez que lo actives, se conectará con la aplicación de Android o IOS que hayas seleccionado, y permitirá que accedas a los datos referentes al paradero de tu gato, a través de un smartphone, tableta u ordenador.
En general, la mayoría de los modelos disponen de una amplia cobertura, puesto que su temperamento es satelital, susceptible de poder fallar sólo en zonas rurales de difícil acceso. Otra ventaja es la duración de la batería (unas 72 horas), y la facilidad de extracción para la carga, que suele poder realizarse sin la necesidad de desatar el collar de tu gato.
En el mercado existen múltiples modelos, más o menos ligeros e incluso impermeables, que incorporan todo tipo de funciones incluidas las delimitaciones de zonas, cámara de visualización, posibilidad de dirigirte a tu gato vía voz, registro histórico de ubicaciones, y alertas vía sms, así como opciones de programas para conocer los movimientos diarios de tu gato en el ámbito de tu hogar si lo deseas.
Los precios de los GPS para gatos se mueven alrededor de los 50 Euros, pero nuestra recomendación es que, antes de adquirirlo consultes los modelos que mejor puedan adaptarse a tus necesidades, teniendo en cuenta las comparativas y las características de cada dispositivo.