El temperamento inquieto y asustadizo que suele caracterizar a nuestros compañeros felinos hace que viajar con ellos sea una experiencia difícil, que puede ocasionarnos más de un susto. El nivel de estrés que suele suponerles el trayecto, y la llegada a una nueva estancia a la que no están habituados, puede predisponerlos a que intenten huir si detectan una oportunidad para hacerlo.
El temperamento inquieto y asustadizo que suele caracterizar a nuestros compañeros felinos hace que viajar con ellos sea una experiencia difícil, que puede ocasionarnos más de un susto. El nivel de estrés que suele suponerles el trayecto, y la llegada a una nueva estancia a la que no están habituados, puede predisponerlos a que intenten huir si detectan una oportunidad para hacerlo. A ello hay que sumarle su rapidez de movimientos cuando advierten algún peligro, y su instinto natural para cobijarse en los lugares menos pensados.
Por todo ello, si decides desplazarte con tu gato, es imprescindible que no bajes la guardia en ningún momento, y que tomes medidas que permitan anticiparte y evitar que se pierda.
Antes del viaje
Además de asegurar que tu gato dispone de microchip (aspecto a tener en cuenta sobre todo si lo has adoptado a través de terceras personas), coloca en su collar una placa identificativa en la que figure tu número de teléfono móvil. Piensa que, ambas medidas, serán de gran ayuda si tu gato se escapa durante el viaje y alguien lo encuentra.
A esto puedes añadir la adquisición de un geolocalizar (GPS) para gatos, de fácil colocación y compra en el mercado, que incorpora una tecnología que te permitirá conocer la ubicación exacta de tu gato si se pierde, vía tu teléfono móvil y una tarjeta sim de datos.
(LINK Ver artículo “la importancia del localizador GPS en gatos en un viaje”).
Con el fin de minimizar su posible miedo o angustia durante el trayecto, acude al veterinario para que te suministre feromonas sintéticas, o te recete un sedante ligero si lo considera. Las feromonas sintéticas son substancias que calman a los gatos debido a que les proporcionan olores que identifican como familiares. En función del medio de trasporte en el que decidas viajar, tu veterinario se decantará por recomendarte el formato más adecuado (vaporizador, toallitas húmedas u otros).
Durante el viaje
Ten en cuenta que este tramo es el que puede conllevar mayor riesgo, en lo que se refiere a su posibilidad de escapar, y a las consecuencias de que tu gato lo haga. La correcta elección del transportín (siempre con cierre seguro), y su ubicación (lo menos expuesta a estímulos), son dos factores fundamentales que podrás controlar, sobre todo si no viajas en avión.
Ahora bien, si te ves obligado a hacerlo es importante que sepas que, para que puedan realizar la inspección de seguridad del transportín en el aeropuerto a través del dispositivo de rayos X destinado al control de equipaje, deberás coger a tu gato en brazos cuando pases por el dispositivo de inspección para personas, hecho que puede incomodar mucho a tu gato, y estresarte a ti. Cuando llegue ese momento, abraza suavemente a tu gato, y asegura que el arnés y la correa lo sujetan correctamente.
En el supuesto de que viajes en coche, barco, tren o autocar, evita sacar a tu gato del transportín y, concretamente en el caso de que te desplaces en coche, mantén las ventanas cerradas, e intenta no salir del coche pese a realizar alguna parada.
¿Qué hacer si se pierde durante el trayecto?
En primer lugar, intenta mantenerte calmado y reaccionar con rapidez. Como es imposible prever el momento y lugar en el que tu gato puede escapar, y posiblemente desconozcas la zona, lo más recomendable en que actúes en diferentes frentes:
- Si has podido ver la dirección hacía la que se ha dirigido tu gato, intenta seguirlo, y prueba a llamarlo por su nombre, repetidamente, durante unos 5 minutos.
- En paralelo, contacta con las autoridades policiales de la zona e infórmales de que tu gato se ha perdido, indicándoles la hora, la ubicación, y aquellas características físicas que mejor identifiquen a tu gato.
- Desplázate rápido por la zona, y pregunta a las personas que encuentres por el camino si han visto a tu gato. Haz lo mismo en los establecimientos, gasolineras o garajes cercanos. Déjales tu contacto para que puedan localizarte si lo ven o saben algo de él.
- Controla la disponibilidad de tu móvil. Si alguien lo encuentra, seguramente te llamará cuando vea tu número de teléfono en la placa identificativa de tu gato, o si decide llevarlo a un veterinario para que pueda leer su microchip.
- Si, desafortunadamente, pasadas unas horas no has tenido noticias de él, contacta con los veterinarios, refugios o protectoras cercanas y averigua si si disponen de alguna información sobre tu gato perdido. Si existe la posibilidad, también puedes colocar carteles en los alrededores notificando su pérdida, y facilitando tus datos de contacto.
En el alojamiento o estancia
Superada la experiencia del trayecto, tu gato necesitará un tiempo para adaptarse a vuestra nueva estancia, pero si lo dejas curiosear a su antojo, y le proporcionas sus zonas de necesidad vital (confort, juego, alimentación, agua, y arenero), será más fácil que se sienta pronto como en casa.
Los alojamientos pet friendy acostumbran a estar perfectamente acondicionados para cubrir las necesidades de tu gato y evitar malas experiencias, por lo que la posibilidad de que se escape, en este caso, suele ser poco habitual. Aún así, controla que no pueda acceder a espacios exteriores (ventanas o balcones), y que se mantenga lejos de la puerta cuando salgas y entres en la estancia.
Piensa que, en el supuesto de que tu gato huya en un descuido en estas circunstancias, contarás con mucha más información sobre cómo proceder, y dispondrás de más ayuda para encontrarlo, tanto por el conocimiento y la delimitación de la zona, como por la predisposición y experiencia que avala a los alojamientos que ofrecen el servicio de estancias “pet friendly”.