- Gato curioso y juguetón
- Gato sociable y dependiente
- Gato algo maullador
- Raza de gato de constitución media
- Requiere aseo todos los días
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- Necesita algo de espacio al aire libre
- Puede requerir familiarización antes de vivir con niños
Personalidad
El Snowshoe es un gato inteligente al que le encanta estar rodeado de gente. Es maullador, pero más discreto que el siamés; emite una especie de sonidos melodiosos suaves. Necesita compañía, así que si vas a estar todo el día fuera, es aconsejable tener dos hermanos de camada. Los gatos Snowshoe son juguetones y pueden aprender a traer objetos; necesitan juguetes y juegos para entretenerse. A los Snowshoe también les gusta el agua, sobre todo el agua corriente, y, a veces, nadan. Son muy activos, les encantan los sitios altos y encaramarse a ellos.
Si estás valorando añadir un compañero felino a tu vida y te interesa saber más sobre el gato Snowshoe, su precio y los cuidados que necesita, te recomendamos primero consultar opciones responsables de adopción.
Origen
País de origen: Estados Unidos
El nombre Snowshoe («raqueta de nieve») se debe a las zarpas blancas tan características de la raza. El Snowshoe es una raza americana resultante del cruce entre siameses y gatos americanos de pelo corto durante 1960. El Snowshoe tiene las marcas distales propias del siamés combinadas con zarpas blancas y un moteado blanco. Los gatitos Snowshoe nacen completamente blancos; los colores y manchas no empiezan a salir hasta varias semanas después. Por eso, si adoptas un gato Snowshoe bebé o un gato Snowshoe en etapa de cachorro y no le ves las manchas, no te preocupes, aparecerán más adelante. No hay dos gatitos con las mismas manchas. Esta raza va en aumento en todo EE. UU., pero sigue siendo poco conocida en otros lugares.
El gato Snowshoe es una raza generalmente sana y no se han identificado problemas hereditarios frecuentes asociados a ella. Sin embargo, como todos los gatos, los Snowshoe necesitan un programa de vacunación que los proteja frente a enfermedades comunes, así como un control antiparasitario periódico y chequeos veterinarios anuales para garantizar su bienestar.
Aunque el riesgo es menor en comparación con otras razas, el gato Snowshoe puede llegar a desarrollar enfermedad renal poliquística, una afección hereditaria caracterizada por la formación de quistes en los riñones, lo que puede afectar progresivamente a la función renal y derivar en una insuficiencia.
Actualmente, existe una prueba de ADN que permite detectar si un gato porta el gen responsable de esta enfermedad, por lo que es recomendable realizarla en ejemplares destinados a la cría o si se tienen antecedentes familiares.
Cada gato es único y tiene sus propios gustos, aversiones y necesidades particulares en lo que respecta a la comida. Sin embargo, los gatos son carnívoros y deben obtener 41 nutrientes diferentes y específicos de los alimentos que ingieren. La proporción de estos nutrientes variará según la edad, el estilo de vida y la salud en general, por lo que no sorprende que un gatito enérgico y en crecimiento necesite un equilibrio de nutrientes diferente en su dieta que un gato senior menos activo. Otras consideraciones que deben tenerse en cuenta son darle la cantidad adecuada de comida para mantener el «estado corporal ideal» según las pautas de alimentación y atender las preferencias individuales por lo que respecta a las recetas de comida seca o húmeda.
La raza de gato Snowshoe no necesita cuidados especiales para su pelaje, ya que tiene un manto corto, suave y fácil de mantener. Sin embargo, agradecerá la atención y el contacto que conllevan los momentos de aseo. Es recomendable vigilar la limpieza de sus orejas, ojos y dientes, así como controlar el estado de sus uñas para garantizar su bienestar general.
Aunque el Snowshoe no es de las razas de gato que mejor se llevan con los niños, todos los felinos son distintos y con una familiarización adecuada pueden convivir con ellos.