- Gato muy curioso y activo
- Gato sociable y dependiente
- Gato muy maullador
- Raza de gato esbelta y elegante
- Requiere aseo una vez por semana
- Raza alergénica
- Necesita algo de espacio al aire libre
- Puede requerir familiarización antes de vivir con niños
Los tonquineses pueden ser propensos a sufrir:
- Defecto de la cabeza birmana, una dolencia en la que la cara y el cráneo no se forman correctamente.
- Atrofia retiniana progresiva, que es un trastorno hereditario en el que parte del ojo degenera y se consume, lo que puede provocar ceguera.
- Deficiencia de piruvato cinasa, que es una enfermedad que causa anemia (la muerte de los glóbulos rojos).
Pruebas disponibles:
- Prueba de ADN para detectar si es probable que un gato se vea afectado por atrofia retiniana progresiva y deficiencia de la piruvato cinasa.
Personalidad
El tonquinés tiene la misma naturaleza cariñosa y amistosa que sus primos burmeses y siameses. A esta raza le gustan las personas y es ideal para convivir con toda la familia; además, es curiosa e inteligente. Puedes enseñar al tonquinés a hacer trucos y necesita juguetes y juegos para entretenerse. Le encanta la compañía, por lo que si va a pasar mucho tiempo solo en casa lo aconsejable es buscarle un compañero. Es bastante comunicativo y le encanta parlotear contigo y seguirte allá donde vayas.
Origen
País de origen: Estados Unidos
Otros nombres: Siamés dorado
Este gato es el resultado del cruce entre un siamés y un burmés, por lo que muestra características de ambas razas. Cuando se desarrolló por primera vez en Estados Unidos en 1950 como «siamés dorado» se le ignoró bastante; hubo que esperar hasta su reaparición en la década siguiente ya como tonquinés para que aumentara su popularidad.