El shiba inu japonés suele ser una raza robusta con buena salud. Al igual que sucede en otras razas, puede sufrir problemas oculares hereditarios, por lo que deben hacerse pruebas oculares rutinarias a los perros de cría.
- Perro apto para dueños con experiencia
- Se requiere algo de adiestramiento
- Le gustan los paseos activos
- Le gusta pasear una hora al día
- Perro pequeño
- Babeo mínimo
- Requiere aseo cada dos días
- Raza no hipoalergénica
- Perro expresivo y ladrador
- Perro guardián. Ladra y está alerta
- Puede necesitar entrenamiento para vivir con otras mascotas
- Puede necesitar entrenamiento para vivir con niños
El shiba inu suele ser una raza robusta, pero puede sufrir:
- Luxación rotuliana
- Glaucoma, que es una dolencia dolorosa en la que se acumula presión en el ojo.
- Programas de salud y análisis prioritarios según el club de criadores del Reino Unido:
- Examen del ojo para detectar alguna anomalía en el ligamento pectíneo a fin de descubrir signos de que un perro sufre glaucoma.
Personalidad
El shiba inu japonés es un perro atento, activo y amistoso que puede ser bastante independiente y que suele tener un fuerte instinto de caza. Una socialización concienzuda y temprana es básica para ayudarlo a ser sociable con otros perros. Un rasgo característico de la raza es el «grito shiba», una vocalización muy aguda que emite cuando está emocionado o agitado.
Origen
Criado para cazar y hacer salir a la caza menor en las montañas de Japón, el shiba inu es una versión pequeña del akita (de hecho, este nombre significa «perro pequeño»). Se sabe que es una de las razas más antiguas de Japón, que se remonta al siglo III a. C. El shiba inu estuvo a punto de desaparecer por completo en la Segunda Guerra Mundial, pero para recuperar la raza se utilizaron los pocos perros que sobrevivieron a los ataques aéreos y a una epidemia de moquillo.